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Las zonas francas siguen promoviendo el desarrollo nacional, fortaleciendo el comercio exterior y generando fuentes de empleo digno para los guatemaltecos. De acuerdo con estadísticas del Ministerio de Economía (Mineco), a la fecha estas áreas sujetas a un régimen aduanero especial generan 16.935 empleos, de ellos 13.548 son directos y 3.387 indirectos.
Actualmente son 13 y se concentran en tres departamentos. Una en Izabal, dos en San Marcos y 10 en Guatemala. La inversión extranjera en dichas zonas, que se caracterizan por contar con incentivos fiscales, suma 5,4 millones de dólares y la nacional 39,6 millones de quetzales, de acuerdo con el Mineco.
Las zonas francas son áreas dedicadas a la producción o comercialización de bienes para la exportación o reexportación. Así como a la prestación de servicios vinculados al comercio internacional, según la ley que les dio vida.
Entre algunos de los beneficios con que cuentan los negocios que ahí se establecen está la exoneración del Impuesto de Timbres Fiscales y de Papel Sellado, exoneración del Impuesto Sobre la Renta (ISR) por 10 años y del impuesto de Derechos Arancelarios a la Importación (DAI).
En 2017 las exportaciones de las zonas francas sumaron 595,7 millones de dólares y a marzo del año en curso ascendían a 105,8 millones de dólares, según del Banco de Guatemala (Banguat).
Entre los principales productos vendidos al exterior se encuentran las grasas y aceites comestibles, productos farmacéuticos, artículos de vestuario e hilos e hilazas, tejidos y calzado, de acuerdo con el banco central. Así como productos de perfumería, tocador y cosméticos, bebidas, líquidos alcohólicos y vinagres, también manufacturas diversas.
En tanto que las importaciones de las zonas francas ascendieron el año pasado a 1.128,8 millones de dólares y al primer trimestre del 2018 eran de 252,1 millones de dólares, según reportes del Banguat.
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